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La piscina natural, también llamada biopiscina, ha ganado popularidad en los últimos años como una alternativa única y sostenible a la piscina tradicional. Estos cuerpos de agua, creados por la naturaleza misma o adaptados por el ser humano para su disfrute, ofrecen una experiencia refrescante y rejuvenecedora. En este artículo, conocerás todo lo que necesitas saber sobre las piscinas naturales, desde su funcionamiento hasta sus beneficios. ¡Vamos a ello!
La piscinas natural, también conocida como piscina biológica o biopiscina, es un cuerpo de agua que se forma de manera natural o que ha sido diseñado para imitar los procesos ecológicos de un ecosistema acuático. A diferencia de las piscinas convencionales, las piscinas naturales no dependen de productos químicos para su mantenimiento, ya que se basan en sistemas biológicos y de filtración natural. Utiliza principios naturales de filtración y purificación en lugar de productos químicos tradicionales.
Este tipo de piscinas nacieron en Alemania hace 30 años, cansados de la problemática del cloro y otros químicos en alergias y afecciones en los humanos. Hoy en día, es una clara tendencia en países del norte de Europa y también es una apuesta creciente en España.
La piscina natural normalmente consiste en dos zonas distintas: una zona de natación y una zona de regeneración. La primera es donde las personas disfrutan del agua, mientras que la segunda actúa como un filtro natural, albergando plantas acuáticas y microorganismos que mantienen la calidad del agua. Estas piscinas no suelen tener el aspecto tradicional, suelen ser más rústicas u ornamentales y se integran mejor en el ambiente de un jardín por su introducción de plantas acuáticas.
La creación de una piscina natural por la naturaleza es un espectáculo impresionante. La combinación de aguas cristalinas, flora exuberante y fauna local crea un ambiente único y armonioso. Estas piscinas pueden formarse en ríos, lagos o incluso en pozas naturales, donde la topografía del terreno favorece la acumulación de agua. La magia de la naturaleza en acción se refleja en la interacción entre plantas acuáticas, microorganismos y organismos vivos, que trabajan juntos para mantener un equilibrio natural.
Una de las mayores ventajas de la piscina natural es su impacto ambiental mínimo. Al no depender de productos químicos agresivos, estas piscinas contribuyen a la conservación del medio ambiente. La flora y fauna locales se benefician al mantener un ecosistema saludable y equilibrado. Además, las piscinas naturales promueven la biodiversidad al proporcionar un hábitat para diversas especies de plantas y animales acuáticos.
Sumergirse en una piscina natural no solo es una experiencia visualmente cautivadora, sino que también conlleva beneficios para la salud y el bienestar. El agua limpia y sin productos químicos irritantes es suave para la piel y los ojos, proporcionando una sensación de frescura y vitalidad y evitando posibles reacciones alérgicas. Además, la conexión con la naturaleza durante el baño puede tener efectos positivos en la salud mental, reduciendo el estrés y mejorando el estado de ánimo.
Otro beneficio de la piscina natural es su integración en el entorno. Si se contacta con expertos en jardinería y paisajismo para el diseño y construcción de una biopiscina, lograrán que se integre armoniosamente en tu jardín con un diseño exclusivo y selección de plantas.
Finalmente cabe destacar que si instalas una piscina natural, podrás disfrutar de ella durante todo el año, olvidarte de hacer ningún mantenimiento o limpieza complicado y por supuesto de gastar dinero en productos para mantenerla.
Para aquellos que desean incorporar una piscina natural en su propiedad, el diseño y la construcción son aspectos clave. La planificación cuidadosa tiene en cuenta la topografía del terreno, la calidad del agua y la selección adecuada de plantas acuáticas. Los expertos en diseño de piscinas naturales pueden adaptar estas maravillas acuáticas a diferentes entornos, creando espacios únicos que se integran armoniosamente con el paisaje circundante.
Pasos clave:
1. Diseño y planificación: Antes de comenzar la construcción, es esencial planificar la ubicación y el diseño de la biopiscina. La zona de regeneración debe tener un tamaño adecuado para garantizar una purificación eficiente del agua.
2. Excavación: Una vez planificado, el siguiente paso es la excavación. Se crea la forma de la biopiscina y se establecen las áreas específicas para la zona de natación o baño y la zona de regeneración.
3. Impermeabilización: Para evitar fugas de agua, la piscina natural debe impermeabilizarse. Esto puede lograrse mediante el uso de membranas impermeabilizantes o revestimientos especializados.
4. Sistema de filtración natural: La esencia de una piscina natural radica en su capacidad para purificar el agua de manera natural. Se introducen plantas acuáticas, como lirios y juncos, junto con rocas y grava que actúan como filtros biológicos.
5. Circulación del agua: Un sistema de circulación de agua es esencial para mantener un flujo constante entre la zona de natación y la zona de regeneración. Esto asegura que el agua purificada regrese a la zona de natación.
6. Vegetación y paisajismo: La elección de la vegetación adecuada es crucial para el éxito de una piscina natural. Selecciona plantas que prosperen en entornos acuáticos y que contribuyan al proceso de filtración.
Aunque las piscinas naturales requieren un diseño y construcción especializados, su mantenimiento a largo plazo suele ser más sencillo y económico en comparación con las piscinas tradicionales. La ausencia de productos químicos reduce la necesidad de costosos tratamientos y simplifica el proceso de cuidado. La combinación de sistemas biológicos y la presencia de organismos naturales mantiene el equilibrio del agua de manera autónoma.
A tener en cuenta para un correcto mantenimiento de la piscina natural: