El auge de las azoteas verdes
La incorporación de fachadas vegetales , techos y azoteas verdes en proyectos arquitectónicos de relevancia viene siendo cada vez más común en los paisajes urbanos, con un mayor protagonismo en las grandes ciudades que soportan un exceso de contaminación (que causa más de medio millón de muertes anuales solo en Europa).
Uno de los proyectos más relevantes por su envergadura y complejidad en su ejecución es el edificio Santalaia, en Bogotá (Colombia). Con más de tres mil metros cuadrados de cubiertas verticales verdes incorporados a la estructura del inmueble, el edificio Santalaia es actualmente el jardín vertical más grande del mundo. Los beneficios medioambientales que proporciona un espacio verde de tal magnitud son incuantificables, así como la repercusión mediática y social que suscita a nivel global ver una fachada y techo verde tan imperioso.
Una propuesta tan vanguardista solo es posible si la fachada verde se ha concebido desde el origen del proyecto, siendo más complicada su incorporación a posteriori, sean cuales sean sus dimensiones. Sin embargo, los jardines verticales en techos, así como las cubiertas ajardinadas verdes, son una alternativa menos compleja para aquellos edificios ya construidos que quieren sumar áreas verdes a su superficie.
El concepto y la finalidad es la misma, el uso de espacios infrautilizados para ser reconvertidos en áreas verdes con una doble función: estética y medioambiental. En el caso de los techos verdes y azoteas verdes, se puede también sumar la posibilidad de su uso como huerto urbano, beneficiando así a los vecinos del inmueble con un modesto autoabastecimiento.
Este tipo de jardinería como las azoteas ajardinadas y los techos verdes, pueden cumplir además funciones de propagación de la vegetación y de la flora nativa de uso infrecuente, ya que las aves autóctonas diseminan aquellas especies endémicas situadas en el techo o en la cubierta verde polinizando otros rincones de la ciudad, parques y jardines.
Cómo construir techos y azoteas verdes exitosos y perdurables
Tanto en la jardinería vertical como en la implantación de techos y azoteas verdes, existen dos retos en la construcción que es necesario vencer para garantizar el éxito del proyecto verde que se emprenda.
Los 2 principales retos en la construcción de un techo o azotea verde
El primero es conseguir un correcto asilamiento de la superficie sobre la que se alojarán las plantas verdes, ya que si no se consigue una perfecta impermeabilización del suelo o fachada sobre la que se acomodará la composición floral y la vegetación, se pondrá en riesgo el proyecto y el edificio que lo aloja por filtraciones de agua a través del techo o de la fachada, etc. Para lograr esta separación de elementos es necesario contar con un método constructivo adecuado y probado. Nos será de gran utilidad contrastar proyectos anteriores de techos verdes ejecutados con la tecnología que escojamos y comprobar si los mismos perduraron en el tiempo sin dañar la arquitectura.
El segundo reto a superar es que los elementos vivos con los que trabajamos, las plantas y la vegetación, no mueran a las pocas semanas de ser plantados. Disponer plantas en un espacio como un techo verde para el que, en principio, las plantas no son aptas es relativamente sencillo. Lo complicado es manejar los parámetros que proporcionarán a los receptores químicos que son las plantas, los elementos necesarios para su correcto desarrollo, bien sea en un techo, cubierta, o fachada verde.
Techos verdes en autobuses
Sí, también en el techo de los autobuses de varias ciudades españolas se está ejecutando una azotea verde o huerto urbano con el fin de generar más espacios verdes en movimiento que atraigan a la fauna como insectos, pájaros, etc.
Y lo mejor de todo, un techo verde en un autobús contribuye eliminando 20 kg de dióxido de carbono anualmente.