Los jardines verticales permiten un amplio abanico de posibilidades en cuanto a estéticas y sistemas de construcción. Se trata de una técnica que se usa cada vez más en nuevos proyectos arquitectónicos. El tiempo será el que determine si esta tendencia en cuanto a arquitectura sostenible perdura o se queda como una moda pasajera. Pero por el momento se está empezando a aplicar también en la provincia de Alicante.
Los arquitectos de Barbarela Studio se están encargando de diseñar un jardín vertical en Las Cigarreras. El sistema que han empleado es el de los contenedores de plástico, apilando las plantas a distintas alturas. La tendencia de incluir vegetación en los proyectos arquitectónicos, según este estudio, no es algo pasajero, sino que se trata de una nueva corriente de diseñar edificios, incluyendo en ellos el factor sostenible.
En cambio, desde el grupo Anarea sí lo ven como moda, pero creen que perdurarán los que no buscan el oportunismo fácil. Estos paisajistas llevan doce años introduciendo elementos verdes en sus proyectos, ya que consideran que actualmente las ciudades están deshumanizadas y necesitan más naturaleza. Este equipo es el responsable del diseño de un jardín para el Observatorio de Medio ambiente de Alicante.
Además, remarcan los beneficios de este tipo de construcciones: «Reducen el efecto del calor, absorben el polvo y la polución, tamizan la contaminación, son bombas de oxígeno y sumideros de CO2». Ignacio Solano, fundador de la empresa alicantina Paisajismo Urbano, corrobora estas ventajas. Solano se ocupó del primer jardín vertical interior de la provincia, situado en el restaurante Els Vents de Alicante.
Con varios proyectos a sus espaldas y otros en proceso, los jardines que realiza Paisajismo Urbano no van pegados a la pared sin más, sino que emplean un complejo sistema hidropónico que además recircula el agua de riego. Solano incide además en el elemento diferenciador que supone que haya un jardín vertical en cualquier edificio.