El alicantino Ignacio Solano ha creado uno de los jardines verticales más grandes del mundo, compuesto por 115.000 plantas y con una superficie de más de 3.000 metros cuadrados.
El proyecto, que ha sido elogiado por el prestigioso medio National Geographic, se encuentra en la colombiana ciudad de Bogotá, y ha supuesto todo un reto tanto en diseño como en ejecución.